La idea de intervenir y modular el envejecimiento ha inspirado sus 25 años de investigación a nivel celular. La española Ana María Cuervo se ha ganado a pulso ser reconocida como una de las mayores eminencias a nivel internacional y ha aterrizado en España para participar en el primer y gran congreso sobre ciencia y envejecimiento que se celebra en Europa: GeroScience, organizado por la Fundación Gadea por la Ciencia. No se trata de “vivir para siempre”, pero sí de aumentar el tiempo libre de enfermedades.
Esta brillante científica empezó estudiando el papel de los lisosomas en su tesis doctoral, tras graduarse en Medicina, y se enganchó tanto que dos décadas después ni se plantea cambiar su campo de trabajo. “Hay muchas enfermedades que aparecen según nos vamos haciendo mayores. La idea es averiguar si podemos hacer algo para que nuestro organismo a los 80 años se mantenga lo más parecido al de los 20”. Toda una revolución que algún día podría convertirse en realidad.
Después de muchos años de estudio, ya se han descubierto varios pilares que subyacen en el envejecimiento y sobre los que se plantea actuar. Una de las mayores contribuciones, recuerda Ana María, ha estado liderada por María Blasco, directora del Centro Nacional de Investigaciones Oncológicas (CNIO), y tiene que ver con los telómeros. Además, se ha visto “una pérdida de la función inmune”. También se sabe que, a medida que pasa el tiempo, “las células pierden energía y son menos eficientes”.
Otro de los grandes hallazgos que intervienen en el proceso de envejecimiento viene de la mano del grupo de investigación que lidera la bióloga Cuervo en el Albert Einstein College of Medicine en Nueva York. Se trata de los mecanismos de limpieza y reciclado celular y el efecto de su pérdida de función con la edad. Probablemente, no son las únicas vías del envejecimiento, pero es un punto de inicio para estudiar qué pasa si intervenimos sobre ellas. “Sabemos, por ejemplo, que están interconectadas”.
De forma experimental, modulando algunas de estas vías, se ha conseguido que “por lo menos diez modelos de animales vivieran más y estuvieran más sanos. Hemos pasado de ser un campo al que no se le hacía mucho caso a ser uno de los más punteros en los que se están haciendo descubrimientos trascendentales y se está integrando tecnología de última generación”.
Recientemente, cuenta Ana María Cuervo, “un estudio publicado en la revista Aging Cell señalaba por primera vez que el antidiabético metformina había sido capaz de revertir el reloj cronológico celular”. Se trataba de un ensayo pequeño, “pero en personas”, subraya. “Cada vez vamos a ver más pasos de este tipo”.
“De forma experimental, actuando en diferentes vías se ha logrado que diez modelos de animales vivieran más y estuvieran más sanos”
En todo este arduo trabajo, y “considerando los recursos que se dedican a la investigación en España, todavía estoy sorprendida de cómo los españoles pueden producir y avanzar tanto y publicar en revistas punteras. Me maravilla”.
Ana María Cuervo tuvo la suerte de iniciar su trayectoria profesional con Erwin Kneckt en el Instituto de Investigaciones Citológicas de Valencia y a continuación, realizar investigaciones posdoctorales con Fred Dice en la Tufts University, en Boston. Se pasaba los inviernos en Valencia y los veranos en Boston. “Era un lujo. He tenido los mejores mentores y me han enseñado a tener un espíritu colaborativo, no de competitividad”.
Al finalizar, estableció su propio equipo de investigación en el Albert Einstein College of Medicine y desde entonces, no ha dejado de trabajar en este campo. Actualmente, ocupa la cátedra Robert y Renee Belfer para el estudio de las enfermedades neurodegenerativas, ha recibido más de 20 premios de prestigio internacional, es profesora de Biología Molecular y forma parte del Panel de Consejeros Científicos del NIA y del Consejo asesor del subdirector de los Institutos Nacionales de Salud (NIH) de Estados Unidos.
“Considerando los recursos que se dedican a la investigación en España, me maravilla cómo los españoles pueden avanzar tanto”
Cuervo ha participado en la sesión inaugural de GeroScience, donde se han reunido científicos de relevancia como Manuel Serrano, Darío Valenzano, Felipe Sierra, María Blasco, José Viña, Leocadio Rodríguez Mañas y Rafael de Cabo, entre otros. Una de las razones para celebrar el encuentro en España es que “tenemos la suerte de contar con buenas poblaciones de centenarios”. Además, “hay un alto porcentaje de españoles implicados en la investigación sobre el envejecimiento”.
Tal y como reconoce, “estamos viviendo uno de los momentos más estimulantes en este campo”. Hace pocos meses, “un grupo de científicos japoneses ha realizado una caracterización genética que contribuye a la limpieza celular, un hallazgo importante para experimentar con la intervención”.
Cuervo recuerda como la mejor noche de su vida aquella en la que fue invitada a los Premios Nobel cuando se lo otorgaron al japonés Yoshinori Ohsumi por descubrir un sistema de reciclado del organismo. “De repente, este campo de la investigación pasó a convertirse en estrella”.
No obstante, lo que “queremos es aumentar años de vida libre de enfermedad”, no “vivir para siempre. Hay que ser realistas. No hay que fiarse de charlatanes. Sus discursos basados en promesas me ponen muy nerviosa. Tampoco hay que creer en productos que se venden contra el envejecimiento. No están probados científicamente. Tenemos que demostrar lo que estamos haciendo con rigor científico”.
The post “No buscamos vivir para siempre sino más años sin enfermedad” appeared first on Diariomedico.com.
from Diariomedico.com https://ift.tt/34ODFMj