Ads 468x60px

Sample Text

Archivo del blog

Download

Primaria: un gran margen de mejora y un futuro halagüeño (II)

De la misma forma que en la especialidad de Medicina de Familia y Comunitaria no se ha logrado aún un desarrollo equilibrado de su segundo apellido, en el caso de la atención primaria tampoco hemos sido capaces de potenciar su apertura a la comunidad. Es preciso pasar de una primaria encerrada en el centro de salud y en las consultas a una atención primaria y comunitaria que incorpore en todas sus actuaciones, incluyendo lógicamente las asistenciales clínicas, una reorientación estratégica que asuma una aproximación intersectorial al abordaje de los determinantes de salud en un marco de trabajo en y con la comunidad. No se trata de añadir más carga laboral a la existente, sino de cambiar las prioridades y, por ello, dejar de hacer lo que no mejora la salud personal y colectiva, porque, a menudo, puede ser perjudicial; además, siempre comporta sobrecarga, incremento innecesario de las listas de espera y un gasto superfluo. De ahí la denominación como atención primaria y comunitaria.

Precisión léxica que, además, señala algunos potenciales aliados, como, por ejemplo, la salud pública, tanto la del sistema sanitario, como la de los muchos otros sectores sociales que influyen en la salud. Lo que pone de manifiesto la necesaria implicación de la administración local en esta nueva etapa. Claro que puede resultar decisiva la cooperación coherente con todos los recursos -sanitarios o no- que proporcionan atención esencialmente ambulatoria (de no internamiento), ya se dediquen a la atención especializada (Oftalmología, Otorrinolaringología, Dermatología o Reumatología); se ocupen de la salud mental, de la salud sexual y reproductiva; o a profesionales, como farmacéuticos, fisioterapeutas y trabajadores sociales, así como a los servicios de urgencias y emergencias.

Incrementar la eficiencia depende del buen uso de los recursos y del trabajo conjunto de administraciones y sociedad civil

Incrementar la eficiencia (que supone antes aumentar la efectividad), la equidad y la seguridad depende de la coordinación efectiva de los recursos sanitarios del territorio, a la vez que se cuenta con la colaboración de otros sectores (vivienda, urbanismo, medio ambiente, educación, trabajo…), puesto que tienen que ver con los determinantes sociales de la salud. Esta perspectiva de trabajo intersectorial necesita de la participación de los activos de salud comunitarios, de la sociedad civil y de las administraciones públicas del ámbito local en todas y cada una de las fases de los programas y proyectos.

La atención primaria española es un referente internacional. Lo atestiguan los datos publicados en 2015 por el Observatorio Europeo de Sistemas y Políticas Sanitarias, según los cuales la primaria española es la tercera en nivel de accesibilidad (horarios, modalidades de atención no presencial, etc.), tras Eslovenia y Dinamarca; desarrolla, con sólo otros diez países de la Unión Europea, la función de puerta de entrada al sistema; además, si se tienen en cuenta conjuntamente los indicadores de accesibilidad, continuidad, coordinación y cartera de servicios, nuestra primaria está entre las mejores, junto a Portugal, los Países Bajos, Reino Unido, Finlandia, Dinamarca, Lituania, Estonia y Eslovenia.

No estamos ante un modelo fracasado que no ha logrado mejorar la calidad de la atención sanitaria, sino todo lo contrario

Claro que las mismas fuentes muestran que, a pesar de que los salarios brutos de los médicos de Familia no son fácilmente comparables, los médicos españoles sólo están mejor pagados que los de Turquía, Eslovaquia, Rumanía, Malta, Estonia, Lituania y República Checa.

Apuntes finales

No estamos ante un modelo fracasado que no ha conseguido mejorar la calidad de la atención sanitaria que recibe la ciudadanía; todo lo contrario: nuestros esfuerzos han de ir dirigidos a combatir su deterioro, y a impedir que, en un determinado momento, pueda ser irreversible y nos haga retrotraernos a épocas felizmente superadas. Es obvio que el modelo actual es susceptible de mejoras importantes y que precisa de la corrección de aquellos errores cometidos, tanto a nivel político como de gestión, organización e implantación de sus programas y actividades.

Podríamos argumentar con más razones nuestra esperanza en un futuro positivo para la atención primaria y comunitaria y sus profesionales, pero pensamos que no es imprescindible. Sí que lo es mantener un espíritu combativo, no dejarse arrastrar hacia la indiferencia y el nihilismo, seguir aplicando en la práctica diaria los principios éticos y conceptuales de la profesión y de la especialidad y, lo más importante, continuar colocando en primer lugar el servicio a nuestros pacientes y a sus comunidades.

The post Primaria: un gran margen de mejora y un futuro halagüeño (II) appeared first on Diariomedico.com.



from Diariomedico.com http://bit.ly/2UGb4Xt