El tratamiento para el asma benralizumab no ha disminuido las tasas anuales de exacerbación de la enfermedad pulmonar obstructiva crónica (EPOC), en pacientes con EPOC moderada a muy grave, con un historial de exacerbaciones frecuentes e inflamación eosinofílica, esta útima se asocia con un mayor riesgo de exacerbación. La investigación, dirigida por Gerard J. Criner, de la Universidad de Temple, en Filadelfia, se publica en la edición digital de The New England Journal of Medicine, coincidiendo con su presentación en la Conferencia Internacional de Sociedad Torácica Americana (ATS 2019).
“La EPOC es una afección que altera la vida y causa una discapacidad grave a largo plazo para los pacientes”, afirma Criner, profesor de Medicina y Cirugía Torácica en la Facultad de Medicina Lewis Katz en la Universidad de Temple. “Descubrir tratamientos que prevengan y/o limiten las exacerbaciones es una prioridad para médicos e investigadores, ya que buscamos mejorar la calidad de vida de los pacientes. Desafortunadamente, el benralizumab no logró ese objetivo en estos estudios, pero los hallazgos de su estudio aportan más datos sobre las vías actuales y futuras en la exploración de nuevos tratamientos“.
Gerard J. Criner, de la Universidad de Temple.
Los estudios Galathea y Terranova, en fase III, aleatorizados y en doble ciego, evaluaron la eficacia y seguridad de benralizumab en la prevención de exacerbaciones en pacientes con EPOC de moderada a muy grave, con inflamación eosinofílica y un riesgo acusado de exacerbaciones. El benralizumab es un anticuerpo monoclonal dirigido al receptor de interleucina-5 alfa, que está aprobado para el tratamiento del asma eosinofílica grave.
En un ensayo anterior, en fase II, el fármaco había mostrado una reducción no estadísticamente significativa en la tasa de exacerbación de la EPOC en este tipo de pacientes. Para estos nuevos estudios, se incluyeron a 3.000 pacientes de 40 a 85 años de edad que fueron asignados al azar entre los dos estudios, de cientos de centros en todo el mundo. Los pacientes recibieron bien placebo o benralizumab mediante inyección subcutánea cada cuatro semanas durante las tres primeras dosis, y luego cada ocho semanas durante un periodo total de tratamiento de 56 semanas.
“Los hallazgos en estos dos ensayos sugieren que el agotamiento de los eosinófilos puede no mejorar los resultados de la exacerbación en pacientes con EPOC”, agrega Criner.
Seguro en el asma grave
A pesar de esta indicación fallida en EPOC, benralizumab sí se confirma como seguro y eficaz en los pacientes con asma eosinofílica grave a largo plazo. También durante la reunión ATS 2019, se han presentado datos de tres ensayos en fase III, que han demostrado que el fármaco reduce las exacerbaciones de los pacientes con asma, además de mejorar su función pulmonar y calidad de vida. Esta línea de investigación continúa con la extensión de ensayo BORA, donde se concluye que el riesgo de infección en los pacientes tratados no aumenta a largo plazo, que el fármaco se tolera bien y no se asocia a problemas de seguridad.
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