La literatura lleva tiempo avalando el efecto positivo de la salud de los espacios verdes en las ciudades y su cercanía al domicilio. Ahora dos estudios del Instituto de Salud Global de Barcelona (ISGlobal), centro impulsado por La Caixa, se han centrado en analizar cómo mejoran la salud y el bienestar los espacios naturales.
Ambos trabajos han tomado de muestra cuatro ciudades europeas: Barcelona, Stoke-on-Trent (Reino Unido), Doetinchem (Países Bajos) y Kaunas (Lituania), y se enmarcan dentro del proyecto Phenotype, liderado por Mark Nieuwenhuijsen, del ISGlobal, y cuyo objetivo es estudiar la relación entre la exposición al aire libre y la salud de la población.
En cada ciudad se ha contado con la participación de 1.000 personas de entre 18 y 75 años, quienes a través de cuestionario explicaron la frecuencia con la que visitaban espacios verdes, la calidad de estos, qué actividades realizaban en ellos, la distancia hasta su domicilio, los encuentros sociales que tenían allí y las emociones mientras se encontraban en ellos.
“En estos estudios hemos obtenido información de las visitas a las zonas verdes y de qué opinaban de estos espacios casi 4.000 usuarios con la ayuda de un cuestionario”, ha explicado a DM Mark Nieuwenhuijsen, investigador del ISGlobal. Los participantes utilizaron smartphones equipados con aplicaciones de software para rastrear la ubicación y la actividad física, así como el estado de ánimo.
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El primer trabajo, publicado en Environmental International, ha analizado la cantidad y la calidad de los espacios verdes y el uso que se realiza de ellos. Según Nieuwenhuijsen, la investigación “muestra que el desarrollo de actividad física y los paseos caminando o en bici no aumentan únicamente por la presencia de entornos verdes. El hecho de percibir más verdor, pasar más tiempo en estas áreas y considerarlas importantes para las actividades relacionadas con la salud se ha asociado con más minutos de actividad física, llegando a incrementar 19 minutos de actividad por cada punto positivo otorgado en esta categoría”.
Según Nieuwenhuijsen, se ha producido un aumento en la actividad física y en la frecuencia de visitas de los espacios verdes. “No les hemos preguntado a los participantes exactamente qué han hecho, pero probablemente caminaron más”.
Aunque no se han registrado parámetros físicos, el trabajo ha observado que el número de visitas reportadas y la percepción, satisfación y calidad de los espacios verdes en los cuestionarios se asociaba con más actividad física, contactos sociales y mejor salud mental. “Los participantes eran más felices tras visitar zonas verdes”.
Entre las cuatro ciudades estudiadas, sólo el 49,3% de los participantes de Barcelona posee un
espacio verde a menos de 300 metros de su hogar, en comparación con el 99,9% de los
participantes de Doetinchem. Al analizar los diversos elementos de satisfacción (calidad, cantidad,
mantenimiento, seguridad), los investigadores se toparon con claras diferencias entre ciudades. Los participantes de Barcelona fueron los menos satisfechos en cuanto a la calidad y la cantidad mientras que, en Kaunas, la puntuación más baja la obtuvo la satisfacción con respecto al mantenimiento y la seguridad. “Las diferencias entre localidades ponen de relieve la importancia de desarrollar políticas adaptadas al contexto local”, ha añadido Nieuwenhuijsen.
Visitar espacios verdes y su impacto en el estado emocional
En el segundo estudio, también publicado en Environment International, se observó una relación positiva entre el estado de ánimo y la visita a los espacios verdes. Para realizar el trabajo se contó con la participación de cerca de 370 voluntarios, a quienes se les realizó un seguimiento del estado emocional durante siete días consecutivos con smartphones. Estos también controlaban si estaban visitando espacios urbanos naturales.
“La relación positiva varía en función de la edad, el género y la ciudad de residencia”, ha afirmado Michelle Kondo, primera autora del estudio. De hecho, el efecto beneficioso de los espacios
verdes sobre la salud mental se ha visto reflejada de forma especialmente notable en los hombres.
Las visitas de diez minutos a zonas verdes tienen un mayor impacto en el estado de ánimo
Este trabajo muestra que la exposición a espacios verdes tiene un efecto más importante sobre el estado de ánimo cuando se trata de visitas de diez minutos, en comparación con las de treinta. “Esto podría significar que la inmediatez es un elemento importante para las respuestas emocionales”.
Nieuwenhuijsen hya añadido que es importante garantizar que las zonas verdes en las ciudades son de calidad y satisfacen a la población: “Es importante tener en cuenta estas experiencias para comprender qué motiva a las personas a visitar un espacio verde. Posibles iniciativas como involucrar la ciudadanía en el proceso de diseño de los parques, u organizar actividades en los entornos naturales urbanos podrían hacer que estos espacios sean aún más beneficiosos para la salud”.
Otros trabajos del ISGlobal ya habían analizado el impacto de la cercanía de las residencias a las zonas verdes sobre la salud. No obstante, según Nieuwenhuijsen, en ellos no se contaba con información sobre si la población visitaba esos espacios ni su percepción sobre ellos.
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