El Instituto Maimónides de Investigación Biomédica de Córdoba (Imibic) está de aniversario. Nació en 2008 con el propósito de generar un instituto de investigación sanitaria acreditado por el Instituto de Salud Carlos III, construir un edificio donde trabajaran juntos científicos básicos y clínicos, y comenzar a crear un proyecto de investigación traslacional conjunto, con producción de calidad científica investigadora y con resultados traslacionales.
Esos propósitos iniciales que estaban recogidos en el primer plan estratégico se fueron consiguiendo. “Logramos la acreditación, los fondos para la construcción del edificio y comenzamos a crecer desde el punto de vista de producción científica, de número de registros y patentes, de incorporación de científicos, investigadores y grupos. Esa primera parte se cumplió”, ha resumido Justo P. Castaño, director científico del Imibic.
Segunda etapa
En la segunda etapa de estos diez años se plantearon retos de más largo alcance; en concreto, en 2016 se aprobó un nuevo plan estratégico y se consiguió renovar la acreditación. “Entre nuestras tareas pendientes -ha destacado Castaño- se encuentra una producción científica de mayor calidad, mayores pasos en innovación y más internacionalización. En definitiva, conseguir hallazgos que nos lleven a publicaciones en revistas de primer nivel, recibir más investigadores internacionales en formación e investigadores senior de prestigio, tener más actividades y colaboraciones internacionales, conseguir más proyectos europeos y construir un instituto de mayor reconocimiento y prestigio internacional”.
Retos
Los próximos retos del Imibic residen en lograr que los conocimientos, descubrimientos y patentes lleguen a los pacientes. “La idea es aumentar la calidad y el volumen de la investigación clínica que se lleva a cabo en el Instituto y el Hospital Reina Sofía, de Córdoba, tanto de ensayos clínicos conjuntos, como aquellos de iniciativa y creación propia”, ha apuntado.
Cuentan con más de 200 proyectos de investigación activos, han conseguido más de 400 publicaciones, han generado más de 50 expedientes de propiedad intelectual, diez acuerdos de licencia y han creado cuatro empresas spin off.
Por otro lado, pretenden alcanzar mayores cuotas de liderazgo y responsabilidad para las mujeres en investigación, pero también en la gestión, coordinación y dirección del instituto. “Nos queda aún mucho por hacer para conseguir una igualdad real y efectiva en estos ámbitos”, ha afirmado Castaño.
Por último, para el Imibic es muy importante retener y captar el talento joven, apoyarlo para que logren consolidarse y desarrollar sus propias ideas, pues las más brillantes y productivas llegan entre los 30 y los 40 años, y es ahí cuando hay que ayudar y apoyar ese talento.
En este sentido, están atentos a la posibilidad de incorporar talento joven y con recorrido. “Es complicado, ya que Córdoba es una ciudad de un tamaño mediano, con unas posibilidades y atractivo que difícilmente pueden competir con las grandes capitales que nuclean las grandes iniciativas científicas; pero sí que vamos incorporando modestamente talento joven”, ha manifestado. De hecho, han pasado de 26 grupos a estar ya con más de 500 investigadores, integrados en 42 grupos de investigación, de los que 26 son grupos consolidados, cinco emergentes y once asociados.
Estructura
El instituto tiene una doble vertiente. Por un lado, cuenta con una estructura diseñada en torno a cinco grandes programas de investigación que coinciden con los retos de salud del programa Horizonte 2020 y de las estrategias nacional y autonómica de investigación, enfocadas hacia los grandes problemas de salud de la población. Según el director científico, “vamos a mantener el apoyo a las líneas de investigación existentes para avanzar en todos estos programas”.
Por otro lado, “somos conscientes de que los recursos son limitados y, por ello, hay que concentrar los esfuerzos en líneas donde podemos aportar más, entre otras, el metabolismo, la obesidad, la endocrinología, la oncología, la cirugía, enfermedades infecciosas, reumatología, nefrología, trasplantes y microbiología”, ha enumerado Castaño.
Quedan retos pendientes como identificar áreas de investigación en enfermedades raras
De tal forma que hay una serie de campos donde han conseguido avanzar más rápido porque disponían de los medios adecuados y de los científicos, y otras donde tienen todavía retos pendientes como, por ejemplo, identificar áreas de investigación en enfermedades raras o fortalecer las interacciones clínico-básicas en algunas áreas asistenciales sólidas del hospital.
El objetivo último es lograr un equilibrio entre esos avances en las áreas importantes para la salud de la población y también ese crecimiento en aquellas otras donde poder aportar más valor añadido a la sociedad.
Futuro
El Imibic del futuro será un centro de investigación traslacional con un lugar en la comunidad científica internacional, capaz de trasladar el talento y el conocimiento de la investigación básica a la aplicación en el paciente de una medicina personalizada de precisión.
Para mantener ese espíritu de crecimiento y consolidación en estos diez primeros años, “hay que proporcionar a esta comunidad investigadora el apoyo y los recursos necesarios de forma estable y suficiente. La inversión en investigación -que no debe llamarse gasto- es imprescindible y uno de los mejores aciertos que puede tener la sociedad. Las instituciones deben saber que no se puede funcionar, ni avanzar, ni devolver a la sociedad todo lo que invierte, si no tenemos el apoyo continuo, fiable y suficiente para ello”, concluye el director científico.
The post Diez años del Imibic con la internacionalización aún pendiente appeared first on Diariomedico.com.
from Diariomedico.com https://ift.tt/2KCd8Le