Quién le iba a decir a los promotores de Ciencia en el Parlamento hace seis meses, cuando nació el proyecto de la mano de unos pocos investigadores, que pasado sólo medio año la iniciativa iba a contar con el apoyo del Congreso de los Diputados, de todos los partidos políticos, de más de 150 instituciones y del grueso de la comunidad científica. La idea de introducir la ciencia y la evidencia científica en el día a día de las decisiones políticas va por buen camino, aunque aún le queda lo más difícil: pasar de la teoría a la práctica.
25 elegidos
La semana pasada, Ciencia en el Parlamento celebró dos jornadas de formación para los 25 científicos elegidos para formar parte de la primera promoción de asesores científicos parlamentarios en España. La cita se produjo cuatro meses antes de las primeras Jornadas de Ciencia en el Parlamento, en las que investigadores y políticos se reunirán en el Congreso para debatir cómo el método científico puede ayudar en el diseño de políticas específicas y participar de los desarrollos legislativos.
Azucena Santillán: Venimos de diferentes disciplinas científicas
y precisamente eso es lo más enriquecedor”
Los 25 científicos elegidos asistieron la semana pasada a seminarios impartidos por profesionales nacionales e internacionales del asesoramiento científico y realizaron talleres de desarrollo de habilidades de asesoría y comunicación.
Durante los próximos cuatro meses tendrán mucho trabajo. Asignados a determinados ámbitos científicos, deberán recabar información, datos y evidencias y hacere un informe para presentarlo en noviembre. Antes, en octubre, está previsto un nuevo curso formativo. Durante estos meses, cada poco tiempo, los futuros asesores se reunirán con responsables de Ciencia en el Parlamento para evaluar cómo va su trabajo, continuar la formación y enfocar los futuros informes.
Ana Blanco: “Tenemos que lograr que nuestro
interlocutor político nos escuche y entienda”
DM ha hablado con algunos de los participantes en las jornadas formativas. Tras un proceso de selección de entre más de 200 candidatos, los responsables de la iniciativa seleccionaron 25 perfiles de todas las áreas científicas -la biomedicina está especialmente representada-, que ahondarán en los doce temas elegidos para debatirse en noviembre -entre los temas sanitarios estarán envejecimiento y nutrición, prevención del suicidio y abordaje de enfermedades infecciosas-.
Azucena Santillán, enfermera del Hospital de Burgos y directora del Máster Enfermería Basada en Evidencias e Investigación de la Universidad Europea Miguel de Cervantes, resume el sentir general de los 25 elegidos: “La entrega y la ilusión ya es garantía de éxito. Venimos de muy diferentes disciplinas científicas y eso es precisamente lo más enriquecedor. Vamos a trabajar gratis para mejorar la vida de los españoles”.
Simón Perera: “Debemos asesorar sobre ciencia,
no sobre lo que sabemos; para eso ya están los expertos”
Tras el optimismo general que genera Ciencia en el Parlamento, hay que dejar espacio para el realismo: al contrario de otros países de los que ahora bebe la iniciativa, España nunca ha contado con una oficina parlamentaria de asesoramiento científico, y no será sencillo integrar la labor de los científicos en el día a día de los políticos. La pelota está en el tejado del Parlamento y, tras las jornadas de noviembre, será momento de pensar cómo trasladar la evidencia científica a los pasillos y despachos de las Cortes.
Simón Perera, consultor en bioinformática y proyectos de orientación científica, destaca la relevancia de saber a quién se dirigirán como asesores: “Son ciudadanos, pero con capacidad de legislar: deben entender cómo utilizar la ciencia”. Trabajar la comunicación es básico.
Juan José Sanz: “La idea es poner la ciencia
al servicio de la política, no hacer política científica”
Una de las claves del trabajo de los 25 futuros asesores es evitar sesgos, por lo que se centrarán en ámbitos no directamente relacionados con su área: “Es un reto. Cada ciencia es diferente; son mundos distintos, pero siempre está el método científico”.
Perera da una de las claves que les han trasladado: “Debemos asesorar sobre ciencia, no sobre lo que sabemos: para eso están los expertos”.
Independencia y neutralidad
Juan José Sanz, científico titular del CSIC en el Centro Nacional de Biotecnología y portavoz de la Asociación Apadrina la Ciencia, insiste en esta idea: “No somos expertos, somos asesores. Los expertos exponen, incluso opinan; nosotros recopilamos datos y los transmitimos de manera neutra y aséptica. La idea es poner la ciencia al servicio de la política, no hacer política científica”.
Ana Blanco, de la Oficina Internacional del Instituto de Investigación Sanitaria del Hospital La Fe, en Valencia, confía en que España alcance en algún momento el espejo en el que se mira ahora, Reino Unido: “Allí el asesoramiento científico parlamentario está ya consolidado”.
Reitera la relevancia de ser “independientes y neutrales, trabajando sólo con evidencias”, y coincide con Perera en la importancia de la comunicación: “Es vital lograr que el político nos escuche y entienda”.
Lea más sobre Ciencia en el Parlamento:
- Entrevista a Andreu Climent, promotor de Ciencia en el Parlamento
- Infecciones, envejecimiento y nutrición y prevención del suicio, los temas sanitarios elegidos
- El objetivo, impregnar la político con la ciencia
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