Con la primavera, se abre la época de congresos científicos en el sector médico. Son el evento estrella de las sociedades científicas y una oportunidad para formarse e intercambiar ideas y conocimiento. Pero, ¿a qué precio?
Sólo el coste de inscripción para socios oscila entre 480-600 euros de media, dependiendo del momento de inscripción. Los precios varían entre los 300 y los 1.000 euros, según una muestra recopilada por DM de 23 sociedades.
Si un médico cobra unos 13 euros netos por hora de guardia en día laborable, según un estudio de CESM Granada, la inscripción le costaría de media 37 horas de guardia como mínimo. Un no socio tendría que pagar unos 600 euros al menos. No es el único coste: ir a un congreso también implica transporte y alojamiento.
Es vox populi que la mayoría de los médicos acuden invitados por la industria. En 2017, las farmacéuticas pagaron unos 115 millones de euros a médicos para la formación y 90,5 millones a sociedades y otras entidades.
Dependencia de la industria
Muchas de las sociedades contactadas por DM estiman que entre el 60 y el 70 por ciento de sus asistentes vienen invitados. Eso explica la preocupación que surgió por la repercusión que tendría la publicación de estos pagos, tanto a nivel fiscal como sus efectos en la asistencia a estas actividades.
Cada sociedad es un mundo. Las cuota de socios, que muchas no hacen pública, puede variar de los 30 euros anuales de la Sociedad Española de Psiquiatría a los 185 de Cardiología; en sociedades federadas como la Semfyc, de Medicina de Familia, van desde los 50 a los 145 euros. Su capacidad de conseguir financiación externa depende de la naturaleza de las patologías, productos que usen, el interés que despierten sus actividades, etc.
El precio de la formación continuada:
Cómo organizar el evento en un panorama formativo cada vez más complejo
Buscando vías para promover la participación MIR en el congreso
Objetivo: diluir el posible conflicto de interés individual
Editorial: Recortes y ‘streaming’ no pueden con los congresos
Fernando Carballo, presidente de Facme, señala que, “a diferencia de otros países, en España no hay tradición de grandes cuotas en las sociedades, por lo que no suele ser suficiente para sostener su actividad”. De ahí que en algunos casos el congreso sea la principal o única vía de ingresos. Apuesta por una concepción más complementaria, donde el congreso sea una actividad más de las que se realizan a lo largo del año.
Teniendo en cuenta el coste total de un congreso y las aportaciones recibidas, “se establece un porcentaje de lo que deben suponer las inscripciones para su buen desarrollo. Se valora el número de asistentes socios y no socios, entre especialistas y MIR y el momento de inscripción”, dice la Sociedad de Neumología y Cirugía Torácica (Separ). Dependiendo del evento, el porcentaje de asistentes invitados ronda el 60%-80%.
En España las cuotas de las sociedades son más bajas y no pueden sostener su actividad; el congreso es la principal fuente de ingresos
La Sociedad de Medicina Interna (SEMI) calcula que dos tercios de los asistentes reciben algún tipo de ayuda de la industria, pues “los congresos se han convertido en el principal lugar la formación y los ingresos de los médicos son bajos en proporción a los costes”.
¿Qué gastos comporta? La Asociación Española de Pediatría (AEP) enumera algunos: la sede, medios audiovisuales, restauración, personal auxiliar, ponentes, la web del congreso, una app móvil, plataforma de pósters, etc”. Un 83% de los asistentes vienen con inscripción pagada.
La SEMG, de Medicina de Familia, reconoce que el 80% de los participantes recibe ayuda de la industria. Aparte, hay “las 500 becas de inscripción que la SEMG pone a disposición de los MIR y cuyo coste asume el congreso”.
En cambio, Semergen, de la misma especialidad, afirma que, según la actividad, los invitados son minoría. Al congreso nacional suele venir un 55% de no socios: “Son asistentes fieles cada año, a pesar de no dar el paso, quizá porque sólo desean acudir al congreso”.
La Sociedad Española de Psiquiatría (SEP) señala que su precio se establece “dentro del mercado”, si bien se ha mantenido estable por la crisis. Además, también cuentan con ayudas como becas para MIR y bolsas de viaje.
Diversos perfiles
La Sociedad de Medicina de Urgencias y Emergencias (Semes) cifra en un 75% los inscritos con apoyo de la industria. Defienden que tienen en cuenta el perfil de posibles asistentes, con “precios especiales muy bajos a jubilados, residentes, parados, estudiantes, técnicos y Enfermería”.
La inscripción al congreso de la Sociedad Española de Neurología (SEN) es gratis para socios, así que entre un 10-20% de los asistentes son invitados, habitualmente personal de la industria. De ella depende casi toda la financiación, “impulsando mesas y actividades patrocinadas, además de áreas de descanso y stands”.
Otra situación particular es la de la Sociedad de Oncología Médica (SEOM), con una cuota única independientemente del momento de la inscripción, si bien hay descuentos para grupos. Un 75% vienen con inscripción pagada.
La Sociedad de Ginecología y Obstetricia (SEGO) señala que sus actividades son exclusivamente para socios, “a las que acceden a través de un sistema de becas, financiadas por la cuota y sin aportaciones de la industria”. Aseguran que “un alto número de los asistentes se autofinancian”.
Según muchas de las sociedades consultadas, entre un 60-70% de los asistentes a sus congresos va financiado por la industria
La Sociedad de Patología Digestiva (SEPD) apunta que la sostenibilidad del evento depende de los ingresos que se generen, por lo que “es importante tener un marco de buen gobierno” que rija su relación con terceros. Un 70 por ciento de los asistentes recibe algún tipo de ayuda de la industria.
La Sociedad Española de Cardiología (SEC) revisa cada año el precio de la inscripción según las actividades científicas, “así como su valor para el profesional según otros congresos comparables”.
El 90% de los asistentes al congreso nacional de la Asociación Española de Cirujanos (AEC) vienen financiados. El precio “se establece en función del balance económico para cubrir las necesidades de sostenibilidad del congreso y de la sociedad”.
La Academia de Dermatología y Venereología (AEDV) revisa sus cuotas cada año, pero no suelen variar, salvo por el IPC, y apuntan que asumen la inscripción de los ponentes del congreso.
Desde Semfyc, matizan que el precio de las actividades depende de circunstancias como su histórico, si se organiza sólo con recursos propios y a quién se dirige. “Los congresos y jornadas de comunitaria, rural, comunicación y salud, y los encuentros de MIR son eventos prácticamente financiados en su totalidad por los asistentes. Por contra, un 40-60% de los asistentes al congreso nacional acuden financiados”.
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