La Sociedad Española de Educación Médica (Sedem) y la Organización Médica Colegial (OMC) difieren sobre el uso del cupo autonómico en la oferta MIR, es decir, el mecanismo que permite a las comunidades no ofertar todas las plazas de fornación que tienen acreditadas, en función de su presupuesto y necesidades asistenciales. Desde que el Ministerio de Sanidad puso en marcha este mecanismo en 2004, las autonomías han recurrido a él en mayor o menor medida: en la convocatoria 2018-2019, tres comunidades han dejado sin presupuesto (y sin residentes) 22 plazas MIR.
Milagros García Barbero, presidenta de Sedem, cuestiona que este mecanismo se deje en manos de las comunidades, porque “las plazas MIR no deberían considerarse como puestos de trabajo a bajo coste y, por lo tanto, no deberían ligarse a las necesidades asistenciales de los hospitales, ni durante la formación ni una vez finalizada ésta”. García Barbero argumenta que las plazas, acreditadas a nivel nacional, “son oportunidades de formación, que se pierden cuando una comunidad no las dota económicamente, lo que supone una disminución de la oferta formativa en esa comunidad autónoma”.
Según Sedem, las plazas MIR son “oportunidades de formación”, que se pierden cuando una comunidad no las dota
La presidenta de Sedem aboga, además, por la adopción de una perspectiva más global, tanto en la oferta MIR como en las plazas de grado en las facultades de Medicina: “En un mundo globalizado y dentro del Espacio Europeo de Educación Superior (EEES) de la UE, los puestos de grado y de posgrado no pueden calcularse según las necesidades de profesionales de las autonomías o del propio país, ya que la libre circulación de profesionales permite que haya países que acogerán a nuestros profesionales con condiciones laborales y económicas muy favorables”.
Competencia autonómica
Alicia Córdoba, representante nacional de Médicos Jóvenes y Promoción de Empleo de la OMC, aboga, en cambio, por distinguir entre la perspectiva puramente económica del cupo y sus posibilidades formativas. En el primer caso, coincide con García Barbero en que su uso “no puede ser nunca fruto de las limitaciones presupuestarias de las comunidades ni ir en detrimento del proceso formativo”.
Desde una perspectiva exclusivamente formativa, tanto Córdoba como Luis Cabezudo, vocal del Colegio de Palencia y coordinador de un grupo de trabajo sobre facultades y plazas MIR en la Vocalía, consideran, no obstante, que si el mecanismo del cupo “está bien planificado y bien estructurado, permitiría formar el número necesario de especialistas según las necesidades reales de cada comunidad, atendiendo al aumento de la población y al número de jubilaciones previstas en un plazo de 4 ó 5 años”.
La OMC cree que el cupo permite mayor flexibilidad para elegir plaza en una zona geográfica concreta de una comunidad
Córdoba añade que este mecanismo “tendría la gran ventaja de fomentar la competencia entre las unidades docentes acreditadas, que se esforzarían en mejorar cada año para ser elegidas, o seguir siéndolo, por los médicos que inician su formación especializada”.
Cabezudo y Córdoba también creen que permite mayor flexibilidad para elegir zona geográfica dentro de una comunidad, “de forma que podríamos preguntarnos qué opción sería mejor: limitar el número de plazas de una especialidad concreta en unidades docentes ya fijadas (por ejemplo, 3 plazas) u ofrecer, por ejemplo, 6 plazas de la misma especialidad en unidades docentes diferentes, y que sea el MIR quien elija plaza según su criterio, aunque en una unidad sólo puedan elegirse 3 plazas de las 6 ofertadas.
The post Sedem y la OMC discrepan sobre el uso del cupo autonómico en el MIR appeared first on Diariomedico.com.
from Diariomedico.com https://ift.tt/2zIAmZS