Cuéntame cómo pasó se está convirtiendo por derecho propio en una serie de culto en España y es para mí, sin duda, la serie por excelencia de la televisión. Es la serie más longeva que sigue reteniendo a los espectadores jueves tras jueves frente a la pequeña pantalla durante ya 17 años.
Los últimos jueves, la serie ha vivido un punto de inflexión, ante los minutos finales de Carlos. En los últimos capítulos hemos vivido el ocaso del personaje interpretado magistralmente por Ricardo Gómez. Jamás nadie pensaría que Carlos acabaría metido en el mundo de las drogas después de lo mal que lo pasó con su hermana Inés, el daño que le hizo la droga cuando estuvo en la cárcel y que posteriormente volvió a revivir con su amigo Luis.
Bajo el título “Náufragos en una piscina”, la serie abordaba la adicción de Carlos a la cocaína. Será precisamente discutiendo sobre este tema cuando, apenas diez minutos después del comienzo del capítulo, un suceso deja sin respiración al espectador. Todo tiene lugar cuando Karina trata de intentar que su pareja admita que tiene un problema de adicción mientras este va conduciendo por San Genaro. Sin embargo, Carlos no está dispuesto a ceder y ello provoca que la discusión vaya caldeándose hasta el punto de que el personaje interpretado por Elena Rivera insinúa al joven que si continúa por ese camino tendrán que poner fin a su relación. No será esa amenaza velada la que haga a Carlos perder los nervios por completo, sino el hecho de que Karina le confiese que le ha contado que toma drogas a su madre. La revelación provoca que el personaje de Ricardo Gómez pierda el control sobre el vehículo y, de improviso, colisionen contra un coche inmerso en una carrera ilegal. La joven despierta casi al instante, pero Carlos pierde el conocimiento.
La cocaína tiene un alto poder adictivo y sus consecuencias para la salud pueden llegar a ser muy graves
Y ese ocaso de Carlos parecía que podía tener un final muy triste. El capítulo comenzaba muy directo mostrándonos el accidente de coche que tenían Carlos y Karina y que el “heredero”, como le llamaba su padre, estaba inconsciente. Ya desde el minuto 1 nos tenían con el corazón en puño haciéndonos pensar lo peor y más cuando a los pocos minutos vemos la escena de la llamada en la que los Alcántara se enteran de lo que ha sucedido. El episodio ha relatado cómo fueron las horas previas al accidente, qué vivieron cada uno de los personajes y cómo ha podido cambiar la historia con el capítulo más dramático de lo que llevamos de temporada. El accidente de Carlos y Karina ha supuesto un gran impacto en la familia Alcántara, pues podría cambiar el rumbo de muchos de ellos para siempre
Incluso los hermanos mayores de Carlos, Inés y Toni habían acordado horas antes irse al pueblo para intentar hablar con él y ayudarlo a salir del agujero en el que se estaba metiendo. Cada una de las piezas, de las escenas del capítulo, han ido guiando a los personajes a un final que ha empezado a escribir el desenlace de Carlos y Karina, los dos personajes que esta temporada han dicho adiós a ‘Cuéntame cómo pasó’.
Pero el desenlace que podría ser muy triste, acabó en un simple paso por el hospital, una pérdida de consciencia y una vuelta al día a día muy rápidamente. Y este mensaje va en contra del mensaje que la DGT ha dado al peligro del uso y consumo de drogas al volante, que afecta a más de 450 conductores que dan positivo en alcohol o drogas cada día.
Las drogas matan a mucha gente que conduce. En ese sentido, la cocaína que es un potente estimulante del Sistema Nervioso Central, tiene un alto poder adictivo y sus consecuencias para la salud pueden llegar a ser muy graves.
Bajo los efectos de la cocaína se puede experimentar un fuerte estado de agitación, que puede hacer que uno de comporte de forma impaciente o impulsiva, sobrevalorar sus propias capacidades, por lo que tolerará un mayor nivel de riesgo y su conducción será más peligrosa, además de mantener conductas competitivas y agresivas con los otros conductores, lo cual hace que sea más probable que incumpla la normativa de tráfico, especialmente los límites de velocidad y su percepción del entorno del tráfico puede verse gravemente alterada, así como su capacidad para mantener la concentración disminuirá considerablemente. También es especialmente peligroso mezclar cocaína y alcohol, debido a que la cocaína puede enmascarar los efectos del alcohol. Por ello, uno puede llegar a beber grandes cantidades de alcohol sin ser consciente de las graves alteraciones en su estado psicofísico, hasta que ya sea demasiado tarde.
Las principales alteraciones producidas por la cocaína en la conducción son: la menor percepción del riesgo, la sobrevaloración de las propias capacidades, la impulsividad, la agresividad, la trasgresión de las normas y las alteraciones perceptivas y atencionales.
Por eso la DGT puso en marcha una campaña especial de intensificación de la vigilancia y concienciación sobre el riesgo que supone el consumo de alcohol y drogas y la conducción, con la realización de más de 25.000 pruebas. Así, hace meses, se intensificaron los controles sobre este factor de riesgo causante de casi un tercio de los accidentes mortales con diferentes puntos de control en todo tipo de carreteras y a cualquier hora del día, poniendo especial atención en los conductores de furgonetas de reparto, ya que en los últimos meses se ha incrementado su accidentalidad.
La menor percepción del riesgo o la sobrevaloración de las propias capacidades son algunas de las alteraciones producidas por la cocaína
Entre los objetivos propuestos por la DGT en materia de alcohol y otras drogas está la de efectuar, al menos, 100.000 test de detección de drogas, para alertar de su peligro y disuadir su consumo. Además, la DGT está trabajando con el ámbito de salud para la derivación y seguimiento de los conductores reincidentes con problema de consumo de sustancias psicoactivas, el impulso de la investigación y la innovación, y la mejora en los sistemas de información sobre alcohol y otras drogas tanto a través de la información policial como de la sanitaria y la forense.
Carlos hubiera dado positivo, pero los efectos no se vieron porque sólo un momento de inconsciencia fue el único aspecto conseguido. Este incremento progresivo de los controles de drogas entre los conductores es consecuencia del alto porcentaje de personas que conducen con presencia de drogas y alcohol al volante. En el último informe sobre el Estudio de la Prevalencia del consumo de drogas y alcohol de vehículos de España EDAP, el 12 por ciento de los conductores elegidos al azar dieron positivo en alcohol y drogas por encima de los límites legales.
Por todo ello, habría que buscar una alianza entre DGT y TVE para que los mensajes vayan en una misma línea y apoyen el peligro del consumo de drogas al volante. Las series serían un buen ejemplo para la salud y la prevención. Utilicémoslas
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