La solución a la situación que en la actualidad está viviendo la sanidad penitencia se resolverán cuando se hagan efectivas las transferencias y, mientras tanto, se intentará sostener lo que hay. Esta podría ser la conclusión de la respuesta que dio ayer el ministro de Interior, Fernando Grande-Marlaska, en el Pleno del Senado como respuesta a una pregunta de la senadora María Isabel Mora, de Podemos.
En las últimas semanas, los profesionales de sanidad penitenciaria han protagonizado varias movilizaciones reclamando una revisión de sus condiciones laborales. La última de estas protestas se inició este domingo con la solicitud masiva de estos funcionarios, no solo los sanitarios, de petición de bajas médicas masivas. A estas reivindicaciones se refirió la senadora morada, al señalar: “La situación de la plantilla de sanidad penitenciara es absolutamente aterradora. Hay un 40 por ciento de vacantes. Desde 2008 a 2017 no se cubre ni el 40 por ciento de ofertas de empleo público. El año pasado la oferta de interinos se quedó desierta en un 60 por ciento. ¿Qué van a hacer para solucionarlo?“, le preguntó al titular de Interior.
“La situación de la plantilla de sanidad penitenciara es absolutamente aterradora”, dijo la senadora Mora
Grande-Marlaska apuntó que la situación que tenían era heredada, producto de los recortes y de un política de austeridad. A corto plazo, anunció la convocatoria de una oferta pública de empleo de 35 plazas de médico y 45 de enfermero, tras reconocer que la oferta del pasado año no se cubrió. Además, de “trabajar en la transferencia de la sanidad penitenciaria, pero para eso necesitamos que haya interés de las comunidades autónomas”, apuntó.
En su turno de palabra, Mora volvió a insistir en la necesidad de ofrecer soluciones. “La plazas que se ofertan no se cubren porque, entre otras cuestiones, el médico de sanidad penitenciaria cobra una media de 1.700 euros menos que su colega de Atención Primaria. Tampoco se cubren ni las bajas, ni las jubilaciones”. Esta situación, según la senador de Podemos, está creando inseguridad, tanto para el médico como para los presos. En este sentido, hizo referencia a los funcionario intoxicados en un centro penitenciario de Huelva. “Esta situación es una bomba de relojería”.
Para lograr las transferencias, que ahora solo tienen País Vasco y Cataluña, Mora también apuntó la necesidad de que se hagan con la dotación económica necesaria para que las comunidades autónomas se muestren más predispuestas de lo que están, según se desprende de la intervención del ministro.
El ministro Grande-Marlaska anunció la convocatoria de una oferta pública de empleo de 35 plazas de médico y 45 de enfermero
Grande-Marlaska en su segundo y último turno de palabra en el Senado, rechazó la visión de “desastre” descrita por Mora y aseguró que “la solución debe venir de la transferencia de la sanidad a las comunidades autónomas. […] Sanidad penitenciaria no puede ser una isla”.
Este debata en el pleno del Senado fue seguido con atención por varios profesionales de esta ámbito sanitario que esperan respuestas del Gobierno a sus reivindicación. Las dadas ayer por el titular de Interior no convencieron.
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